La adopción tecnológica es un proceso continuo marcado, por un lado, por las decisiones de contratación que toman las empresas respecto de herramientas, servicios de implementación y servicios de gestión de TI y, por otro lado, por la necesidad de maximizar el valor de dichas inversiones. Es un lugar común encontrarse con cierta duda respecto de si se está aprovechando al máximo determinada plataforma de TI, adquirida hace algún tiempo por la empresa o si se está pagando por funcionalidades no utilizadas que vienen como parte del paquete.
Exploremos cómo un foco en simultáneo en excelencia operacional y en buen gobierno permite que las empresas mejoren su retorno de la inversión y al mismo tiempo que conduzca a una relación más fructífera con sus proveedores de TI.
Excelencia operacional: Más allá de la eficiencia
La excelencia operacional va más allá de la mera eficiencia. Se trata de garantizar que todos los procesos y sistemas estén alineados con los objetivos estratégicos de la empresa. En el ámbito de TI, esto significa que los servicios externalizados no solo deben ser eficientes en términos de costos y rendimiento, sino que también deben estar alineados con la visión y misión de la empresa.
Por ejemplo, si una organización tiene como objetivo ser líder en innovación en su sector, su proveedor de TI debe ser capaz de ofrecer soluciones que fomenten la innovación, en lugar de simplemente mantener las operaciones diarias.
Buen gobierno en TI: Asegurando el alineamiento y la transparencia
El buen gobierno en TI se refiere a la implementación de prácticas y políticas que aseguren que la TI esté alineada con los objetivos del negocio y que haya transparencia en todas las decisiones relacionadas con la tecnología. En el contexto de contratos de TI a largo plazo, esto significa que debe haber una comunicación clara y abierta entre la empresa y el proveedor sobre expectativas, métricas de rendimiento y otros aspectos clave del contrato.
Además, el buen gobierno implica que ambas partes sean responsables y estén dispuestas a adaptarse a las cambiantes necesidades del negocio. Esto es especialmente importante en contratos a largo plazo, donde la flexibilidad y adaptabilidad son esenciales para mantener una relación beneficiosa.
Optimizando contratos a largo plazo
A continuación, los principales aspectos a considerar producto de la optimización de contratos cuando tenemos en cuenta, en simultáneo, la excelencia operacional y el buen gobierno en TI:
· Alineamiento estratégico: Asegurarse de que el proveedor comprenda y esté alineado con los objetivos estratégicos de la empresa.
· Comunicación clara: Establecer canales de comunicación abiertos y regulares para discutir el rendimiento, las expectativas y cualquier cambio en las necesidades del negocio.
· Flexibilidad contractual: Incorporar cláusulas que permitan a ambas partes adaptarse a cambios imprevistos, ya sea en términos de tecnología, mercado o regulaciones.
· Métricas de rendimiento: Definir claramente las métricas de rendimiento y asegurarse de que estén alineadas con los objetivos del negocio, no solo con los objetivos operativos.
Conclusión
La excelencia operacional y el buen gobierno en TI no son solo conceptos teóricos; son herramientas prácticas que pueden ayudar a las empresas a maximizar el valor de sus contratos de TI a largo plazo. Al asegurarse de que estos dos elementos estén presentes en su relación con los proveedores de TI, las empresas pueden establecer las bases para una colaboración a largo plazo que sea beneficiosa para ambas partes.